sábado, diciembre 31, 2022

Otro más

Y así el año se fué, arrugando el ceño, furioso de aguaceros, de despedidas largas y verano perfecto. 

Se marchó saludando de frente al universo, hacia el mismo lugar donde se pierde el sueño.

Me le quedé mirando con manos apretadas, con los pies avanzando sendero adentro. 

La tarde y la mañana se fundían con el cielo.

Yo recordaba besos.

Yo lamía mis heridas de éste año tremendo que se aleja por fin, sin un remordimiento, 

con ruido de campanas y de descubrimientos 

mientras yo me despierto y me sereno un poco, para lanzarme al próximo sin miedo.

Y levanto la cara hacia mañana, hacia otro invierno.

 


viernes, noviembre 25, 2022

No cumplo apenas

 

Me prometí, te prometí, puse en custodia

que no se me vendría abajo ni el cielo ni el coraje

más de lo estríctamente necesario.


 Me prometí hace tiempo que mi casa

sería un pozo eurihalino, una capilla de árboles y abrazos

y que yo, pese al polvo y la resaca

estaría muy pendiente y puntual en las mañanas.


Que no habría ni aguacero o pesadilla

que hicieran encallar la ruta que trazamos apenas en el agua salada,

y que mi voluntad nunca sería

la voluntad de otro disfrazada.


Trato así de cumplir y mantenerme

para poder un día dar la cara

para empacar sólo lo estríctamente necesario,

cuando pueda volver a mi ciudad de hambre

y amarrarme las trenzas todavía.


Y para no arrepentirme,

para la enterrar en cal éste resentimiento,

pongo a resguardo

mi buena voluntad limpia y en calma.


martes, septiembre 06, 2022

Noventaycuatro

Creo que la soledad es un camino,

no escarpado y espinoso. Más bien una escalera que apila esperas y peldaños amarillos

y se vuelve interminable con cada beso que recuerdo.

Es un rincón de mí que no conozco

tal vez con prodigiosa indiferencia, oculto en la siguiente página de un libro.

La soledad, un cofre diminuto donde habita una verdad fosforescente. Una vela prendida que sostengo enmedio de aquel campo de luciérnagas.

Disfraza la locura, ignora que todo a mi me ignora y no sabe todavía de amor ni de conjuros.

La soledad se acuna entre mis manos gritando en un idioma incomprensible, en sus ojos de niño contraen la pupila mis secretos cuando entra luz por la ventana.

Aquello que yo sé y que nadie sabe y que en mi soledad se recompensa.

Despedida de mi y en donde bebe éste insomnio feliz y persistente. Aquel único sitio que quisiera encontrar y dormir y maldecirnos.

Encontrar la sonrisa encarcelada, el remanso de sol y levadura. Encontrar un buen día lo oscuro del camino, andado a tropezones y pies curtidos por llanto,

para al final hundirme en la caricia

que le adivino tibia

a mi soledad


viernes, agosto 19, 2022

Intentos y regalos

A quien agradecerle sino a ti tanta prudencia, a donde tanta rabia y tanta hambre. 

Que mejor cosa que despertar antes de tiempo, tratando de vencer sin esperarte. 

Gracias también por nada y por mirarme, por pequeños secretos regalados, por ponerme un guardián y otro deseo en mi cama y en el puño cerrado.

Y gracias, porque no, a la luz que levanta la mano sobre una piedra alta, gracias a tanta noche que me cubre, que oscurece la ausencia y el pasado, 

que guarda casi siempre una sorpresa, 

debajo de la almohada, respirando.

 


 

miércoles, junio 22, 2022

Todo cabe

Se acomoda también la desventura, así como los días buenos, encuentran su cabida en malos tiempos. 
Así se precipitan el tedio y los bostezos, paredes desleídas y las manos vacías, terminan adentrándose en la calma custodia.
Lo roto y el trasluz, la piedra y la cobija, se acomodan descargos sin que uno les vea. Autónoma la vida camina sin apuro, industriosa se peina mi cabello enredado.

Y al final todo encuentra con una impronta absurda,
su respirar antiguo y su contento.
 

sábado, mayo 07, 2022

Retoño


Conciliar, poner agua en el vino, que es como despertar por la mañana: los ojos se despabilan y se vierten en llanto y en miradas, en luz blanca, en montones de intentos y en abulia. Comienzan lagañosos y de a poco, a ver formas encendidas. 

Así uno se despierta y así se descobija. Así comienza el día apresurado y frágil. Así, sí quiero, sí de pronto me despierto y te miro, sí te quiero y me quiero y dejo de mirarte.  Sí concilio sin angustia, sin agua y sin vino, sin arraigo y sin culpa.  Sí te quiero, recuerdo que despierto y un milagro  viene a tratar que deje de quererte.

lunes, abril 04, 2022

Hora temprana

 

Invádeme hoy prisa

métete en mis sueños, no pares, dame insomnio

y la inoportuna gracia de los pasos largos.


Un empujón sonoro, un timbre con buen tino,

una aguja de sol y adrenalina.


Bríllame tras los ojos, prisa

invádeme la agenda y los bolsillos.

 

Anda, prisa

que la primavera se evapora,

que pasa un siglo y otro

y no termino yo 

por fin de decidirme.


sábado, marzo 26, 2022

Fuera del jardín


Mi casa esta llena de latas de pintura, de cortinas tendidas en los muebles, de clavos y periódicos mojados. Y nunca me había parecido más limpia ni más guapa.

El árbol de la entrada ha sido arrancado con dificultad, como una muela de raíces enredadas. Adentro, cortinas blancas que lo cubren todo como alegres fantasmas.

Me preparo yo, se prepara mi casa para el alto al fuego, para los besos, para el frío que se acerca.
Sin goteras por fin, sin agujeros ni ardillas. Me tropiezo todas las mañanas con barniz fresco y con herramientas tiradas en el piso, que es mejor que tropezarse con montañas de hojas secas.
Hay un camino nuevo de cuarterón hasta la entrada, y yo repito entre dientes “un camino nuevo” como si me lo creyera. 

Y me lo creo, empiezo a creermelo.

viernes, febrero 11, 2022

Undécimo

Casi sin proponérmelo, le he atrapado el sentido a éste undécimo invierno, a estas ganas de huir, de pelear, de embriagarme. De enterrar mi cabeza en el mar, mis ojos en la arena; de tirar de un soplido mi gran torre de naipes.

Y se me ha despertado un hambre y un deseo, una respiracion entrecortada que no encaja ni un poco con tu pelo enredado, con el frío tras la puerta, tu ronquera de pájaros. Que me ha encontrado deseando, no haberme levantado ni mañana ni nunca; que me ha dejado otra vez, perpleja y feliz a partes iguales. 

Así tras la ventana, duerme un campo de nieve, una isla espiral de hielo entre las ramas. Sin embargo a mí parece no tocarme, con su abrazo de pluma, con su música blanca, su silencio de azucar. 

Y al final de la tarde, una colcha de nieve amortigua mis pasos cuando salgo en tu búsqueda.


jueves, diciembre 30, 2021

Retroalimentación equivocada

  

La luz se descompone y se corrompe.

No ha servido de nada comenzarla

diminutas partículas brillantes girando 

alrededor del dedo tuyo.


Rebelde, intoxicada y en aprieto

claridad que revienta en mi cabeza.


La luz no trae señales, ni responde 

apenas.

La luz en éste día

se ciega y me oscurece.

 


viernes, diciembre 10, 2021

La cal intacta

 

¿Porqué no me quieres?

¿Porqué no te bastó mi piel ni mis silencios? Ni la vida pequeña que te actuaba sonriendo

¿Porqué no me quisiste? vegetal y obsceno.

Y me tienes dormida, adivinando  diáfano, sin amor de tejados, sin el deseo nuevo.

¿Porqué carajo, tú? ¿Porqué? ¡carajo!

Que se quede la vida rumiando satisfecha, con el dolor reseco que me arrancó hace tiempo.

Porqué otra vez ahora, viene la noche, con hebras enredadas y esqueletos.

¿Porqué carajo no? ¿Porqué no puedo?

¿Que lágrimas son éstas?

¿Que clavo en la pared?

¿Que cama en el suelo?

Y sobre todo ¿Porqué no duermo? 

brutal y de un tirón, la semana toda

sin miedo.

 


 

domingo, octubre 24, 2021

Línea temporal



Cómo igual, nunca hago caso ni al despertador, ni al miedo, la piedra en el zapato, o a la costumbre de amarte torpemente, inutilmente, tarde-mente.

Cómo de cualquier forma nada creo, y mis manos cenizas se evaporan. Y no vuelvo, ni regresas ni destierro. Cómo en cada momento la pizarra y el hambre, en todas las hipérboles y debajo de todo: tú peregrino omnipresente. 

Cómo igual, cómo siempre, no me perdono nunca-nunca, no haber podido amarte, no haberte perdonado y seguirte perdiendo. Odio y luz, tiempo y sangre.

Cómo a pesar de mí, nunca volveré a verte y me dá casi igual esta vida de sal, este amor a destiempo, esta carne y esta pena indeleble.



 

miércoles, agosto 18, 2021

Acopio

 
 
Se vuelca el corazón
y en este día
se regala una paz cómo la llama
prendida de una vela,
 
que igual que toda luz
dura bien poco
 
 
 
 
 
 

domingo, junio 06, 2021

Abrigo de ignorar

 

Quisiera despedirme de éste azul desamparo

que me enreda los hilos, que regula el aliento.

Quisiera acostumbrar el canto a los silencios

las uñas a la tierra, la mucosa al amonio.


Por una vez al menos quisiera estar callada

enterrada y desnuda en un nido de algas

de agarosa y penumbra, quietud y escarabajos





 

lunes, abril 12, 2021

En el corazón de la semilla

 

Ese ovillo enredado y pelirrojo, esa materia blanda y agridulce que parece maleable y no lo es. Ese atado de tierra y telarañas, ese cuerpo irritado y semisólido que transpira y que aguarda derrumbándose. Ese es mi corazón.
Te miro sostenerlo entre los dedos y tratar de sacarle la capa superior de barro y lana.

Ese es mi corazón, puedes guardarlo envuelto en un pañuelo en tu bolsillo y llevarlo contigo a todos lados, esperando entibiarlo o enmohecerse.

Ese es mi corazón, es un tubérculo que puedes arrojar al lado del camino y que pasara a formar parte muy pronto, de la materia orgánica y el polvo.

Ese es mi corazón, puedes sembrarlo en el centro soleado de tu patio y mirarlo de reojo en las mañanas, vigilando su vida y sus latidos. Puedes, si tienes mucha suerte, esperar a que crezca, convertido en un retoño pequeñito. Y tal vez ocurra que continué inyectándose de hambre y clorofila, de sueño y de madera. Y si tienes mucha suerte, que un buen día despiertes y que sea suficientemente alto y amable, como para que puedas amarrar un columpio y mecerte entre sus brazos.

 


viernes, febrero 19, 2021

Llena eres de gracia

La tristeza también despunta a veces

ha sabido volverse compañera

capicúa y constante, hematoma desierto.

La tristeza también cuenta secretos

de besos y de bailes, de tardes sin sombrero

ó llega con lecciones y con noches de vino.

 

Me enseña que la vida puede pasar corriendo

al lado de la silla donde uno esta sentado.

La tristeza camina tomada de mi mano

se vuelve geografía, escribe en mi cuaderno

y abraza por las noche mi cuerpo derruido

con hachas y agijones, de muerte y de granito

que la noche afilada despinta de amarillo.

 

 

lunes, diciembre 28, 2020

Imprenta de una mal día

 

Puedo dormir tan solo si imagino que te llevo un regalo a tu oficina blanca, si atrapo entre mis ojos tu perfil para seguir el ritmo del río de palabras que me salen bailando de los dedos cuando intento contarte un poco de mi vida.

Me maniató el insomnio, una noche más, preguntando si acaso, si estás, si te lamentas de haberme reveldado la calmada fiebre de tu persona.

¿Dónde está tu persona ésta noche ruidosa? ¿Dónde fué tu silencio, tus fotos de volcanes?

Ahora me toca imaginarte con la voz titubeante que me despertó un día a darme explicaciones no pedidas. Imaginar tus manos entintadas amarrando nudos, colgando mapas. Y me paso el dái pensando en una historia que te atrape de nuevo, parta envolvertela en trozos de revista, como un regalo más, de esos que no envío.

Y después de largo rato, puedo dormir pensando que cohabitas un pedazo del día que me espera delante.



miércoles, octubre 07, 2020

Igual a monogamia

Cama burbuja, cama desorden, columpio que me arrulla, cápsula de milagros.

Mi alta cama llena de excepciones que ha llovido y ha llorado connmigo soledad y adicción, calentura y venenos. Mi cama que sueña el mismo sueño, el mismo amor que perdí por pura cobardía. Que envejece y me envuelve y se empapa en mareas que me crecen cuando duermo. Y que también como cualquier compañía, defrauda y arroja sin piedad y sin palabras, fuera de su entrepierna.

Isla blanca en que contengo el mundo, en que entibio la úlcera de mi espalda.

A mi cama colgante, tendré que volver maś tarde que temprano y ella crecerá cercos y tejerá edredones. Y yo con algo de pena otra mañana, abandonaré de nuevo


lunes, agosto 31, 2020

Nube arriba

Tengo una mancha en el cuello,
sus colores azules y pardos, su sudor, su fiebre y sus latidos,
se me agolpan bajo el lado izquierdo de la mandíbula.

Tengo una mancha en el cuello,
vasos capilares y escombros microscópicos que han perdido la batalla contra ti,
células agolpadas y muertas, endotelio plegado a tu deseo.

Tengo una sombra de llenos y silencios,
dejada por tus labios y tus dientes.
Musgo que ha crecido sin pedirme permiso.

Y me estremece mirarla de reojo en los espejos
sintiendo nuevamente el abismo, el mar enfurecido,
el algodón compacto, el calor animal
y la nube de alas, que hay dentro de tu boca.

Tengo una mancha en el cuello,
cuya sola visión me asalta de luces y de espanto,
me devuelve por un instante el paraíso, la música y las calles empedradas.

La veo desaparecer cada hora que pasa y con ella agonizo.
Un dolor como de muerte, llena el día en que me obligo a seguir respirando.
Yo quiero retenerla y que habite en mi cuello para siempre;
recordatorio oscuro y orgulloso,
de la mañana perfecta, en que me llevaste a ver a dios

Sin embargo la mancha se diluye,
se descompone su tinta verde y salada,
y no se va con ella ni un poquito,
del vacío que estos días me visita y me separa del mundo.

La aprieto con los dedos para avivar un poco su negrura,
en mi cuello pintado de tu boca,
y me siento a llorar entre las piedras
mientras esta pequeña opacidad que conmigo llevo,
continúa neciamente muriéndose, abandonándome,
dejándome sedienta, envenenada y ardiendo,
en este adolorido mediodía sin tus manos.





miércoles, mayo 13, 2020

Contrapesos a cuesta

 

Respira y trepa corazón,

No sabes hacia donde, recapitula y tiembla.

Deja detrás el vértigo maldito, la cripta y las abejas. El fastidio de no poder más compadecerte.

Corre corazón y pronto, encontrarás el pan y el aparejo, que a navegar te ayude a la otra orilla, que se antoja lejana e insondable.

Empacaste la brújula, no el mapa, porque no necesitas de camino. 

Sólo seguir un punto al horizonte, sólo desamarrarte del olvido.

Trepa corazón, corre, navega y no regreses al menos lo que queda de éste día.

Que dure otros cien años éste sueño, que yo voy a seguirte

despiertes o te alejes.


viernes, febrero 28, 2020

Era solo agua


Tibieza al fin y al cabo,
de una mar antiquísima y conocida
frente a la que he sentido 
que puedo despertar aquí otros siete años
y que he ganado de a poco un sabor inocente
en estas mis papilas recien diferenciadas.

Sin hacer gran escándalo me propongo de a poco
terminar con el llanto
que se pierde en un mar
que molecularmente,
 en historia y secreto se le parece tanto.
 

jueves, diciembre 12, 2019

No sirvieron de nada los últimos veinte años

Me voy de nuevo, la tarde adolesce y el momento llega de empacar los días pasados.

Y cada vez que me despido de un lugar o un contrincante, queda un pedacito tuyo haciendo un guiño en el tejado, lamiendo la arena.

Pienso entonces en la vida que me regalaste marchándote lejos. Las pirámides, la fiebre, las remodelaciones. En los muchos años que pasé mirándote dormir y en el siglo que ha venido tras de ti.

Desde entonces, un puñado de guindas secas, una caja de metal que no he podido abrir de nuevo, y mi nombre escrito en el cemento, me miran miopes cada mañana.

miércoles, diciembre 11, 2019

No sirvieron de nada los últimos veinte años

Moví hacia la izquierda la escalera para que nuestra cama fuera distinta, para que poco a poco volviera a ser mi cama. Y en mi cama durmió el mar muchas veces desde entonces,

y del techo caían pequeños pedazos de tierra y de coraje.

Aprendí a bostezar y pinté una pared, porque las otras se pintaron solas. Y cada día despertaba más triste y menos rota.


martes, diciembre 10, 2019

No sirvieron de nada los últimos veinte años

Caminé muchas veces de noche por el parque, para no encontrarte sentado en aquella tu banca, con un libro en las manos. Volví al mar cada verano, a la hipérbola absurda cada viernes, visité un puerto frío con casitas de colores, la playa caliente del amor. Y siempre al empacar y al decir mañana; al despedirme con un beso en la puerta de mi casa, se iba siempre un pedacito tuyo, quedaba siempre un pedacito tuyo.


El día quince volveré a la escuela, ésta noche a la espuma y el miércoles al parque, tratando de pensar en cualquier otra cosa.

Y quedará dibujada en la pared, debajo de las fotos, una esquina de tu boca.


domingo, octubre 13, 2019

Bajo bocanadas

Este es un día ingrato.
Se mueven los árboles del llano y sale un humo detrás de los cerros que se arrastra por el campo. 
Yo vivo detrás de un llano con grandes cerros en contorno. 
El humo espeso se ve por la ventana, engaña a todos los que le creen solo niebla. A mi no, yo se que deja cenizas y matorrales ennegrecidos. Se incubaba tras la ventana y se agazapaba en agujeros. La tierra aquí esta llena de agujeros.
 
Este es un día ingrato en que sale humo de los agujeros. Por eso quisiera quedarme en cama, pero no puedo, justo hoy no puedo. Me sujeta el trabajo, yo misma me tiranizo. Sin ganas, con ojeras opacas y ropa oliendo a humo, tengo que pasar el resto del día. Llenando papeles con números y letras. 
 
La angustia del trabajo me permite olvidarme de la angustia de afuera, que sale de agujeros y se arrastra por el suelo. 
Me olvido del desamor y de la madrugada, de la imagen que se me enreda en la sien, me olvido que tengo alegrías pequeñas y noches largas, me olvido las escamas que están saliéndome del cuerpo, me olvido mientras lleno los papeles de números que apenas entiendo.
Cierro la ventana y se va el olvido de pronto. 
 
Queda entonces mi cara azul, pegada al cristal, mirando el llano iluminado y nebulosos, con cerros al fondo, grises y fantasmas. Falta tanto para el final del día. No terminare la lista de pendientes y saldré corriendo después del anochecer, con la angustia detrás me encerraré en mi cuarto, para ocultarme del humo. Para mal dormir mucho y llorar poco, porque mañana seguro será un día ennegrecido e ingrato.
 
 

martes, julio 02, 2019

A pedazos

Guarda uno metidos en los bolsillos pedacitos de papeles con nombres apuntados que hemos escrito a colores y con gusto. 
Y los retiene uno en las manos un segundo y los tira uno al piso y los levanta. Y finalmente se llenas de manchas y de pelusa a fuerza de andar metidos en las bolsas de la camisa. 
Los nombres y los lugares de los papelitos se confunden con los nombres y los lugares que están escritos en los libros donde uno los guarda. Algunos se escapan y salen volando por la ventan pero la mayoría se quedan ahí emborronándose y amarilleándose en las repisas y en los cajones.  
Se acostumbran al olor a humedad y al silencio. Y miran la luz un instante, cuando abrimos el cajón para meter uno más de esos papelitos que hemos escrito sonriendo.
 
 

jueves, abril 04, 2019

Tu, sombrío

Eres la noche Amor,
oscuro y protector, persuasivo y abierto, 
peligroso y enorme.
La noche que me llama desde el día, 
desde el primer minuto demañana.

Noche que cubre mi cuerpo y mis membranas
y entras como la noche, precedido de aves,  
de olores y de niebla.
Entras anticipado de colores rojizos, 
con música de fondo,
con una semi-luz y una penumbra.

Dentro mío tus tambores, tus miedos y tus ríos
tus insólitos besos, el crío que atesoras
dentro mío se silencian y casi al mismo tiempo 
convulsionan y rugen.

Eres la noche Amor, con tu espalda gigante, 
con la voz bienhechora.
Y espero enmudecida casi cada segundo,
que transcurre del día previo tuyo.

La noche que aletarga ciruelas y anticuerpos, 
funciones y palabras.
Y que a la vez despierta mensajes enterrados, 
dudas, indecisiones,
la cofradía oscura de mi cuerpo y tus manos.

Como noche apareces, despacio y anunciado,
con las constelaciones dibujadas encima,
los puntos alineados entre tus cicatrices,
de tus ojos ventana a tus hondo secretos.
Como estrellas pequeñas, 
pareja de lunares que escondes en el pecho.

Llegas como la noche, como noche me envuelves
me regalas de cuarzos, de fiebre y de cuchillos.
Y me dejas temblando, pálida y estrenada, 
cuando el día comienza.