jueves, noviembre 11, 2010

No vuelve a pasar

 Llegó una buena nueva y me encontró en los huesos. Agotada y contenta como para pensármelo y entre la indecisión y ojeras gigantescas. Me doy el lujo entonces, de otro amor de lejos con la esperanza de que sea solo uno más.
Que de tanto guardar el momento preciso para no enamorarme, la edad adecuada para no permitirme otra irresponsabilidad y otra resaca, me he vuelto una y mil veces la misma adolescente que tanto detestaba.
Y que importa una irresponsabilidad más, al fin y al cabo, esta vez solo estoy jugándome el pellejo.

sábado, octubre 16, 2010

Pregunto, responden.

Habían cinco arboles en mi jardín y yo mandé tirar dos. Fué para levantar la casa y casi no tuve elección. Mi vecina construyó su casa alrededor de un árbol para no quitarlo, pero yo ya estoy vieja para dormir en una canasta.
Por eso desde entonces he tratado de redimirme y he plantado muchos mas. Mi vecina escogió los primeros y los sembró junto con la casa y junto con la casa han crecido y yo les he ido podando y colgando lamparas para sentir que son míos.
He escogido arboles que dan frutas de esas que yo no como pero que me encanta como huelen y arboles que crecen pronto para mi impaciencia. Lo único que nunca he podido crecer aquí es un olivo, que me han gustado siempre porque parecen viejos desde que nacen.
Pero los que tengo me han enseñado que saben cuidarse solos, que no hay que moverlos de lugar sin preguntarles y que aún los peores días difícilmente dejan cicatriz. A cambio de limones y aguacates yo les doy mucha agua en marzo y polvo para hormigas en octubre.
He pintado uno de azul y alrededor de otro he construido una mesa, pero lo que de mas me gusta es mirarles desde la hamaca durante horas y escucharles con atención y sobre todo creer que de verdad son míos.


lunes, agosto 09, 2010

Las alas no eran mías

A este viaje me he ido siendo yo y he vuelto siendo otra.
No es la primera vez que pasa, hace diez años bajé de un avión para encontrar totalmente deshecho el pequeño mundo en el que habitaba, tanto que desde entonces me parece que han pasado varias vidas.
Me estoy acostumbrando a munúsculas epifanías mientras miro las nubes desde arriba con una cerveza en la mano, me estoy acostumbrando a revelaciones y a alegrías de aeropuerto.
He dormido tan poco los últimos dos meses, han pasado tantas cosas la ultima semana y he llorado tanto las dos ultimas horas que podría hacer casi cualquier estupidez en este momento.
Una piel delgada me crece bajo las escamas que regresan hoy a la rutina que siempre me ha gustado. Me carcome la culpa y estoy segura de que se me nota, de que si alguien me mira de verdad a los ojos lo notará, por eso camino contando las manchas del piso. 
Y debajo de las escamas, hoy un poco mas bronceadas, me recorre un hormigueo que me recuerda que no soy la misma persona que se fue de aquí hace tan sólo diez días.

viernes, junio 11, 2010

De algo servirá

Durante toda mi vida no pude respirar. Apenas me entraba el aire, con trabajo y como indignado. Por supuesto, el dolor de cabeza y el mal humor, eran a veces insoportables.
Durante los últimos cinco años no había podido masticar corcholatas ni comer elotes.
Ahora lo hago todo al mismo tiempo, respiro y muerdo y me parece estúpido que me dé tanto, tantísimo gusto. Seguro que alguna secuela debe ocasionar el pasarse treinta años sin oxígeno suficiente.
Y junto con la inmensa alegría, me inundan el olor a cigarro y el sabor a manzana avinagrada.

domingo, mayo 02, 2010

Cristianamente.

Voy a guardarme la verdad, porque no te mereces otra cosa, y seré condescendiente con  tu antiguo dolor acumulado.  Y porque no lo merezxo tampoco, me quedo para siempre sin desayuno en la cama, sin toda tu paciencia y sin tus pentagramas.  Y por si fuera poco, con esta culpa escandalosa y cobarde que va a acompañarme mucho tiempo, que muerde mis talones y no me deja andar hacia delante.
Voy a guardarme la lástima con todos sus colores y te lo haré tan fácil como pueda: solo tengo que mirarte a los ojos y decirte que te odio. Prefiero que no sepas, que no lo sepas nunca si es posible.
Y tras la mentira tratare de no pensar en lo que he perdido al dejar esta otra vida.
Voy a guardarme el tiempo que he pasado tratando de entender y de salvarme, y lo único que ahora me parece insalvable es cumplir las promesas que te hice al oído.  No tirarè tan fácil este lastre por la borda, ya no hay atrás.
Y tu voz que tantas veces se me clavó en el alma, en este día largo, no significa nada.

viernes, marzo 19, 2010

Pasa nada


 
Pasa el camino verde, embravecido, la larga carretera acribillada, sombra de diarios viajes de otros y de mi exilio semanal. Y pasa adentro mío y pasa nada.
Poco tengo, dejo lo indispensable, dejo muertes pequeñas que apenas llegarán celestes, puntuales, sembradas de descuido y despedida con casi lentitud mecánica.
Que haré con mi neblina y con tanta canción agotada de carcajada y cenizas, dormitando de vaho y sin malicia, con mi mano arropada entre cobijas que espera como siempre. 

Hoy importa bien poco si tengo delante otros dos días de lentejuelas, de imprudencia, de amigos  y de felicidad amnésica y total.