miércoles, agosto 16, 2006

Aquellos


Mis amigos que son, el presente mayor que el tiempo dejó tras de la puerta, han invadido el día de hoy con un enorme precepto. Cada uno de ellos con su exclusiva manera de ir en picada, de bailar o de saltarse la barda, con sus bramidos y enterezas. Mis amigos lejanos con un cuaderno nuevo, con su visita anual, primordios voladores, contorsionistas y fotos junto al lago. Mis amigos cercanos con carreteras a oscuras, impecables filogenias, con vestidos de lunares, anfitriones perfectos y viajes inexistentes. Mis amigos nuevos con caballos amarillos, carritos de supermercado, silbidos y edredones de plumas.

Me recuerdan todos que no es tiempo sin embargo, que la tristeza se arrima y se doblega y exigen a la sangre a ampararse quieta. Los que escribo en negritas o en itálicas, los que viajan conmigo en mi libreta, los que llaman casi siempre a mala hora. Mis amigos nuevos que serán algún día amigos lejanos o aliados, amantes, antípodas o enemigos. Mis amigos lejanos que volverán un día para arroparme, para mostrarme trucos aprendidos. Mis amigos nuevos que han llegado con persistencia y con esquelas. Y yo con inquietud les miro acomodarse, mientras me explican que el borde del camino avanza, me solicitan que firme la derrota, que tome aire, comience y levante tapias, arroje libros y camine despacio, contenta y mas bien sola.

2 comentarios:

r dijo...

A los tantos días con sus horas y kilómetros, 2006.
Por medio de la presente, presente!, solicitarle, siempre que el borde, siempre que los caballos y las emperradas filogenias; soli-citarle, que no deje de salvar al mundo todos los días, hoy y mañana y pasado, por favor, por favorcito.
Atentamente
Uno de aquellos.

11:25 dijo...

mis imagos... que guardan las más preciosas de mis venturas y desventuras, dan firme fe de mis erratas constantes, me hace el mundo cuando todo es oscuro, me dan el beso de las buenas noches y abren las cortinas para que entre el sol cada mañana