martes, junio 03, 2008

Ni Mendel, ni quiromancia

Me leyeron la mano y aprendí que la habilidad y la suerte estan codificadas en loci distinto. Mis lecciones de genética, en pocas palabras, debo haberlas pasado de noche.
“Que complicada eres!” A mi que siempre me ha gustado la palabra “compleja”
La línea del corazon es una trenza y la de la cabeza, pues no tiene ni pies ni cabeza...
Entendí que estoy condenada a quedar mal en mis dos profesiones y lo mejor es que me entere que tengo dos profesiones. Y que poseo destino y buena estrella.
En pocas palabras, nada que no pueda decirme cualquiera que hable conmigo cinco minutos o que me vea tropezar en la banqueta.
Y me quedo pensando, ¿todavía llegara la sorpresa tan anunciada? ¿Qué hijo habrá sido ese? Y sobre todo, ¿será que valga la pena aflojar de una vez y solo un poco, la trenza del corazón?



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