Tibieza al fin y al cabo,
de una mar antiquísima y conocida
frente a la que he sentido
que puedo despertar aquí otros siete años
y que he ganado de a poco un sabor inocente
en estas mis papilas recien diferenciadas.
Sin hacer gran escándalo me propongo de a poco
terminar con el llanto
que se pierde en un mar
que molecularmente,
en historia y secreto se le parece tanto.
frente a la que he sentido
que puedo despertar aquí otros siete años
y que he ganado de a poco un sabor inocente
en estas mis papilas recien diferenciadas.
Sin hacer gran escándalo me propongo de a poco
terminar con el llanto
que se pierde en un mar
que molecularmente,
en historia y secreto se le parece tanto.
1 comentario:
Duerme, que la corriente te trae siempre a esta orilla, donde las lágrimas no borran ni duelen.
Publicar un comentario