Tras una curda, se deshidratan hábitos y alarmas. Y quedan descubiertas la mentira y la culpa y viene a mis huesos a ocupar el lugar que corresponde al agua.
Tras la noche de amor viene la muerte, envuelta en desazón, en hambre y en pretexto.
Tras una confesión viene el desastre, de no haber dicho la verdad a tiempo.
Con todo, la mañana del lunes, siempre se arriesgan tímidas y pequeñas, son promesas y murallas, nubes de azúcar y apuntes, bocetos de querellas.
1 comentario:
la felicidad, preñada de pérdida, rodeada de esperanza... pura vida!
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