Yo no tengo un tumor en el cerebro, yo no. Las cefaleas eran simplemente porque no me entraba el aire en la nariz, porque no me entraban ni a fuerzas unos pocos bueno hábitos.
La resaca que es cada vez más cruel, ahora, me perdona muchos domingos la cabeza.
Tomo vitaminas mágicas, dos litros de té verde cada dìa y el martes pasado corrí cinco kilómetros detrás de un desconocido.
Por el momento, ni síndrome de Parinaud, ni ganas de volver temprano a casa.
Por el momento, ni síndrome de Parinaud, ni ganas de volver temprano a casa.
La cosa es que algunos hábitos simples e indiscutibles, pueden de pronto más que doscientas aspirinas.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario