Respira y trepa corazón,
No sabes hacia donde, recapitula y tiembla.
Deja detrás el vértigo maldito, la cripta y las abejas. El fastidio de no poder más compadecerte.
Corre corazón y pronto, encontrarás el pan y el aparejo, que a navegar te ayude a la otra orilla, que se antoja lejana e insondable.
Empacaste la brújula, no el mapa, porque no necesitas de camino.
Sólo seguir un punto al horizonte, sólo desamarrarte del olvido.
Trepa corazón, corre, navega y no regreses al menos lo que queda de éste día.
Que dure otros cien años éste sueño, que yo voy a seguirte
despiertes o te alejes.
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