lunes, diciembre 28, 2020

Imprenta de una mal día

 

Puedo dormir tan solo si imagino que te llevo un regalo a tu oficina blanca, si atrapo entre mis ojos tu perfil para seguir el ritmo del río de palabras que me salen bailando de los dedos cuando intento contarte un poco de mi vida.

Me maniató el insomnio, una noche más, preguntando si acaso, si estás, si te lamentas de haberme reveldado la calmada fiebre de tu persona.

¿Dónde está tu persona ésta noche ruidosa? ¿Dónde fué tu silencio, tus fotos de volcanes?

Ahora me toca imaginarte con la voz titubeante que me despertó un día a darme explicaciones no pedidas. Imaginar tus manos entintadas amarrando nudos, colgando mapas. Y me paso el dái pensando en una historia que te atrape de nuevo, parta envolvertela en trozos de revista, como un regalo más, de esos que no envío.

Y después de largo rato, puedo dormir pensando que cohabitas un pedazo del día que me espera delante.



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