Para recuperar todo lo que he aprendido, minucioso recuento de titubeos y gestos, pasando por ojeras, enjuagando hospitales, por noches infectadas, almacenando atrasos, por la sustancia blanda y aguda de mi fiebre.
Para trazar después el surco de los hábitos, el inventario ronco de cavernas y asaltos, habrá que practicar con perfección y trazo, el arte de morderse la lengua y el respaldo; de ponerle zancadas al monólogo largo, que le da por pasearse en mi cabeza a ratos. Habrá que descifrar los símbolos bordados, en sueños y paraguas, en espaldas de gatos, destapar aquel cofre diminuto y heraldo, donde denuncia y duerme mi soledad cantando, invitarla a subir de nuevo al campanario, a meterse en mis huesos que cojean enredados, construir nueva casa de cantera y trabajo.
Las cosas aprendidas caminan sin horario, cabizbajas y mustias, sin encajar aguardan en mi desorden gráfico.
1 comentario:
triste y doloroso aprender para siempre olvidar... vivir-morir... aprender(recordar? aprender es sólo memoria?)-olvidar.
A pos qué bonito escribes niña!
besos mil
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