Voy a guardarme la verdad, porque no te mereces otra cosa, y seré condescendiente con tu antiguo dolor acumulado. Y porque no lo merezxo tampoco, me quedo para siempre sin desayuno en la cama, sin toda tu paciencia y sin tus pentagramas. Y por si fuera poco, con esta culpa escandalosa y cobarde que va a acompañarme mucho tiempo, que muerde mis talones y no me deja andar hacia delante.
Voy a guardarme la lástima con todos sus colores y te lo haré tan fácil como pueda: solo tengo que mirarte a los ojos y decirte que te odio. Prefiero que no sepas, que no lo sepas nunca si es posible.
Y tras la mentira tratare de no pensar en lo que he perdido al dejar esta otra vida.
Voy a guardarme el tiempo que he pasado tratando de entender y de salvarme, y lo único que ahora me parece insalvable es cumplir las promesas que te hice al oído. No tirarè tan fácil este lastre por la borda, ya no hay atrás.
Y tu voz que tantas veces se me clavó en el alma, en este día largo, no significa nada.
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