Nadie
conoce, nadie,
como
conoce usted
las
penas que me alegran
la
felicidad que duele
Nadie
me espera nadie
porque
no tengo casa
ni
camino de vuelta
ni
memoria.
Y
si tengo una casa
y
un camino de vuelta
es
porque usted me espera.
La
madre de las penas
las
canciones pequeñas
la
lista de palabras
que
no debi olvidar
y
que olvidado.
Pasaron
veinte años
sin
que yo despertara
de
algodon y migrañas,
ni
supiera amarrarme
la
lengua y los zapatos.
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