martes, noviembre 18, 2014

Desde la nariz

Nadie conoce, nadie,
como conoce usted
las penas que me alegran
la felicidad que duele

Nadie me espera nadie
porque no tengo casa
ni camino de vuelta
ni memoria.

Y si tengo una casa
y un camino de vuelta
es porque usted me espera.

La madre de las penas
las canciones pequeñas
la lista de palabras
que no debi olvidar
y que olvidado.

Pasaron veinte años
sin que yo despertara
de algodon y migrañas,
ni supiera amarrarme
la lengua y los zapatos.






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