Que
un rayo me parta
si
de ti me enamoro, que el cielo me despoje con su furia
que
un bramido me ataque y me sostenga si echo abajo
la
guarida construida de olvido, de cerrojos sin llave
de
empeño y de cobijas, de alambrar tus pupilas
el
día a día completo.
Si
extravío el coraje de saberme parada sobre años de dolor
y fotofobia.
y fotofobia.
Que
un rayo me incinere si olvido la llovizna o el cenital ardiendo
encima mío.
No
merezco la tierra de por medio
ni
encordadas la paz y la alegría,
si
olvidara un instante, que apenas hace un año
mi
vida dependia de los demonios
y
del humo
que
sacabas por la boca
Sólo
así,
la
memoria me arrulla, me preserva y custodia
mis
pies en las mañanas.
Yo
vivo así sabiendo que en una bocanada o el vuelo de un insecto puede
desbaratarse el precario equilibrio y el diario guardapolvo.
Que
el olvido me guarde de dejarme envolver
por tu legua de gato
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