martes, julio 02, 2019

A pedazos

Guarda uno metidos en los bolsillos pedacitos de papeles con nombres apuntados que hemos escrito a colores y con gusto. 
Y los retiene uno en las manos un segundo y los tira uno al piso y los levanta. Y finalmente se llenas de manchas y de pelusa a fuerza de andar metidos en las bolsas de la camisa. 
Los nombres y los lugares de los papelitos se confunden con los nombres y los lugares que están escritos en los libros donde uno los guarda. Algunos se escapan y salen volando por la ventan pero la mayoría se quedan ahí emborronándose y amarilleándose en las repisas y en los cajones.  
Se acostumbran al olor a humedad y al silencio. Y miran la luz un instante, cuando abrimos el cajón para meter uno más de esos papelitos que hemos escrito sonriendo.
 
 

2 comentarios:

11:25 dijo...

hace mucho escribí tu nombre en un lista que puese en algún sitio y no guardé; y luego lo volví a escribir en un cuaderno, entre dibujos y fotos que quedó a medio llenar que nuca pude ni quise terminar. Volví a escribir las letras que te llaman en un calendario que duró varios años, que deshojaba algunas mañanas y fines de semana y que nunca se acabó; lo escribí también en muchas libretas telefónicas cuando ya no era necesarioporque tu nombre, sin que yo lo escribiera, ya se había grabado ahí donde sólo las cenizas podrán borrarlo.

r dijo...

Luego las pelusas los estornudan y los pececitos de plata les carcomen sílabas y acentos, las palomillas de Sn Juan les ovopocitan y /pero/ nacen maripositas un buen día/ con moho y silencio nacen.