viernes, febrero 29, 2008

La conjugación de E. Coli


Eran las nueve de la mañana y todavía estábamos tirados sobre la arena muertos de risa. Que frágil me parece ahora aquel pequeño pedazo de felicidad, aquella madrugada de año nuevo donde todos nos queríamos tanto.

Creo que ya no me quedan ganas de hacer tantas barbaridades como entonces, o me quedan ganas pero perdí el aliento. Deben ser pruebas de lo mucho que todos hemos cambiado. Me sonrío pensando en el pequeño al que seguramente le cantas y me acuerdo de las muchas mentiras solía decir para poder salir contigo. Y me sonrío de nuevo pensando en que quisiera ahora, tener la oportunidad de volver a mentir.
Tengo hoy unas enormes ganas de corresponderte y de abrazarte. Por regresar siempre como si hubieran pasado apenas un par de días, por la vida hermosa que sin duda te has ganado (por los lugares a los que viajas, los diciembres que nunca alcanzan, el cuartodetula y el corazón que tantas veces nos rompieron)

Pero me conformo mirando fotos y sintiéndome un poquito más nueva.

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