martes, agosto 08, 2006

Tierra de por medio


Anteayer lloraba por la tarde, mirando en la ventana del autobus el desierto viajante. Pase junto a mi cerro y atiné a preguntarle si es que a estas alturas las piedras y la lluvia reverdecen su cabeza gastada, su herrumbre envejecido y frágil. Le pregunte tan solo por preguntarle, por saber si el amor podría todavía venir a visitarle. El amor, me pregunto con frecuencia y un poco con hambre.

El amor que tal vez, si me atrevo a mirarle, pueda con mi impaciencia, con las muchas preguntas, florecer y acunarme. Será que todavía el cielo me llueva como antes. Será que mi cerro verde, que la noche mojada, que mi encías corruptas, que mi cama se levante. Mi cama alta y deshonesta, mi cama de guardarme, recordará las noches hermosas del tiempo del desastre. De antes de la rabia, de los goznes rotos, del techo derrumbándose. Derrumbándose y entrándome en los ojos para cegarme. Mi cama que recuerda, como recuerda mi cuerpo, la cerradura, el jergón, la araucaria y yo finjo olvidarle.

Y lloraba anteayer por la calma heterótrofa, por la próxima lluvia, por el desierto largo que atravieso siempre para dejarte, tan atrás como pueda, tanto como me alcancen las ojeras, el fósforo, los ahorros, el hambre. La tierra de por medio que a veces me regala curdas de domingo, mi cerro azul-jade, amiga vacante, cielo iridiscente y el páramo que se sonroja y sonríe que me abraza y me arde.

sábado, julio 08, 2006

¿Cómo que porqué?

A cualquiera que a estas alturas todavia se lo pregunte...
“Lo peor era que dejaba que las cosas siguieran su curso, permitiendo que la inercia de los acontecimientos escalara sobre el amor. Entregar lo mínimo necesario para que no se rompa. El destino actuaba sin que aquel hombre se atreviera a meter las manos”
(de La hora sin diosas, Beatriz.. Rivas)

jueves, junio 01, 2006

Bostezo

una foto de Rodolfo


De todas formas no sirve casi nada,
casi no viene luz, ni mueve sueño.

Muy pequeñas cosas, logros muy pequeños,
dolores espasmodicos y viejos
que vienen como ayer a torturarnos.



domingo, mayo 28, 2006

Unicamente

Mi corazón ha de salvarme en una isla, de la ajena voluntad y de disfraces. Ha de abrazarme y calentar mis huesos en el exilio, con complicidad y marcha. Será quien guarde la memoria y valiente tirará la pluma del sombrero al aire, brújula despuntando. Será quien guarde también el tiempo roto, el amor que extravié a punta de estornudos. El lobo de los ojos azorados que muestran el camino y la escalera.

Mi corazón dirá el momento justo, en que el barco se enfile y manifieste, amarrando la dignidad al mástil, con cuerda roja y pedazos de mis manos: atada finalmente y a la fuerza.

Mi corazón presiente y ve lo que mis ojos, al fin me han ocultado. Persigue el despertar de trazos en las nubes, los sueños y las líneas en el agua. Y de unas alas atadas a mis manos, tan a fuerza y tan apenas como la dignidad y como el amor que aprendí tan a destiempo.

Mi corazón se llenara de orgullo, de alegría y de polvo de colores, se mirara al espejo complacido, con manos arañadas y contentas. Caminara conmigo hasta la puerta ultima y tocara despacio con nudillos quebrados. Ha de ser la botella a la deriva, una llamada de auxilio y un consuelo, recordándome que no he de parecerme nunca a nadie y nunca más vender mi alma por cobijo.

Mientras mi corazón espera y en voz alta me canta.

domingo, abril 23, 2006

Dicción de entonces



Palabra sanadora y gigantesca
/ que insondable murmura en mi organismo / brotando cabizbaja y oportuna / cada vez que un oscuro sacrificio / profana como buitre entre las dunas. / Palabra blanca luz y fundadora / del nido, del aljibe, de la almohada / salitre y medicina, agua y tierra / mi sustancia dormida encadenada. / Palabra novia fiel y cuidadora / cementerio de espinas y veneno / que barre las ortigas y la fiebre / que en mi enramada anidan de desvelo. / Palabra, luz pendiendo de mi túnel / alzada en mi cabeza como un faro,/ para guiar arañazos y coraje / que emboscan el dolor de mi costado.

lunes, marzo 27, 2006

Sin menoscabos


Soy persona sola: nadie entra por mi oído y me enredo en insomnios y en papeles. Prohíbo con encono asomarse a mi tristeza y mi desierto.

Soy persona torpe: me cuestan las tareas mas trabajo que a cualquiera. Se me agrietan las manos y desbarato todo lo que toco. No amarro ni encierro los regalos mas pequeños.

Soy persona dable: me enredo con cualquiera y me desbando después sin decir mi nombre. Me escapo a la silla de regreso que me espera tibia todavía. Y vuelvo a beber, a odiarte y a acunarnos.

Soy persona débil: me lleva la embriaguez donde no alcanzo, no dejo de danzar ni congraciarme con casi cualquier noche y con el ultimo barco.
Tan-sola-tan-torpe-tan fácil, que me lleno de orgullo, de acuerdos, carcajadas y cansancio.

sábado, marzo 04, 2006

Ni espero, ni almaceno

Si tengo vida o no, lo he olvidado.
Si vida se abre paso en otra orilla, vida que se duplica cada hora, que come de mi sangre y mis heridas.
Desperdiciada y ciega, puntualmente, en que una vez al mes me recompongo, vida para ofrendarte y no quererte, para arrojar a lo oscuro del pozo.
Vida que se adormece y tiene grietas. No la he pedido y no voy a guardarla, al cabo el cielo vive tras mi oreja, al cabo casi no he aprendido nada.

miércoles, enero 18, 2006

Postrimería

Así entonces el sol vuelve a morirse

sin ningún rayo verde y sin apuro

hoy que profano vuelve a consumirse

te entregas a la arena y yo no escucho.

jueves, diciembre 29, 2005

Pude al fin

Para sobrevivirte ayudan caracoles / levantados en playas doloridas

donde marchaba lejos esperando / cicatrizarte a punta, de agua salada y yodo

Ayudan las canciones de la infancia / donde solo tenia azúcar y rincones

que canto todavía casi a gritos/ sepultando también aquellos años

Y la noche y las luces de otro día / con la curda el exceso, la llovizna

el azar convocado cada viernes / el peligro inminente, el aire en el cabello

(la borrachera huérfana y la música)

Ayuda el desayuno puntual que despabila / la alegría cabizbaja de saberse arropada

de haber salvado obstáculos y años / de poseer familia y pesadillas

Para sobrevivirte ayuda el regocijo / que se acumula torpe entre mis manos

los tréboles, el barro, la alegría / de despertarme a diario a pesar mío

Para sobrevivirte ayudan los cuadernos / donde el dolor vació la punta de mis dedos

los papeles manchados y desiertos / estrenados con odio y alaridos

Ayudan hondamente los besos recibidos / coleccionados en fotos y en hoteles

las tardes de los miércoles y la letra mayúscula / el paisaje polar y la penumbra

Ayudan y apuntalan las llamadas / que a medianoche volando el mar atravesaban

larguísima distancia, el amigo respaldo / que llora mi carroña y envía conjuros

Para sobrevivirte debo tener bien claro / la emboscada, la cuerda, los lagartos

nunca dejar que el sueño levante y desentierre / los golpes recibidos y el espanto

Para sobrevivirte a ti y a hospitales / al infierno privado dentro mío

al bochorno, el suicidio, los cigarros / desdoblo tus camisas y las guardo.

Tengo mi amor y diez pequeños dedos / todo lo que me queda se levanta

aún a pesar tuyo, de mi misma / del sol y bajo el cielo del desierto.

lunes, abril 25, 2005